El documental busca abordar dos problemas que enfrentan las mismas consecuencias: la soledad, las tristeza, la discriminación y el olvido.

La vejez es una de las etapas más difíciles para el ser humano; una etapa en la que el tiempo pasa más despacio, en donde el olvido y la soledad, son dos lastres muy pesados y dolorosos de sobrellevar.

Pero ¿qué pasa cuando la vejez se une a la prostitución?

La prostitución sigue siendo una de las peores condiciones que puede padecer una mujer, una condición que las discrimina y las aparta de la sociedad y hasta de su propia familia; mujeres que han sido condenadas y repudiadas por no tener, en muchas de las ocasiones, otra alternativa de sobrevivencia.

Esa es la realidad de muchas mujeres que dedicaron su vida a la prostitución y que ahora atraviesan la vejez; enfrentarse solas a condiciones de pobreza, que las orillan a dormir en las calles y comer de la basura. Hoy existe para estas mujeres La Casa Xochiquetzal, un lugar que les brinda cobijo y sustento, permitiéndoles pasar sus últimos días en un ambiente más amigable y tranquilo.

Este trabajo desea contar las historias de estas mujeres, el por qué tuvieron o decidieron ejercer la prostitución, los problemas que tuvieron que enfrentar, cómo llegaron a la Casa Xochiquetzal, qué ha pasado con su familia, cómo es ahora su vida desde que viven en esta casa, cómo viven su vejez, qué desean de la sociedad.

Se quiere hacer una radiografía de dos problemas que para la sociedad parecen ser invisibles: la vejez y la prostitución; la vejez por ser una condición que tarde o temprano todos tendremos que enfrentar y la prostitución, que la hace aun más difícil para algunas mujeres.